Los camaleones son animales sorprendentes que pueden encontrarse en muchos lugares del mundo, desde desiertos hasta las selvas más profundas, pero eso no les quita el que sean seres frágiles que requieren de mucho cuidado una vez son llevados al hábitat humano. Siendo esto último, la principal razón por la que no se le suelen recomendar a personas con poca experiencia en el trato con reptiles.

Algo que es de suma importancia en el cuidado de los camaleones es el mantenimiento de su terrario. Para que ellos puedan encontrarse en un perfecto estado de salud, es fundamental que este posea los niveles adecuados de humedad, temperatura e iluminación; niveles que varían dependiendo de la especie y lugar de origen. Una vez que se ha conseguido un terrario del tamaño apropiado, lo primordial es centrarse en la ambientación y la creación de un gradiente de temperatura dentro de este, emulando su hábitat natural.

Iluminación y temperatura.

Todos los aspectos mencionados anteriormente están relacionados entre sí, sobre todo la iluminación y la temperatura, puntos que pueden volverse un poco confusos si no se maneja con cuidado.

No todas las lámparas y bombillas poseen los mismos atributos, en especial las bombillas incandescentes comunes que se suelen utilizar para dar calor a los terrarios. Estas bombillas por lo general carecen de radiación UVB, y emiten muy poca del tipo UVA, por lo que confiarse únicamente a ellas es un error fatal para la salud del camaleón.

La radiación UVB, es la que le permite al camaleón sintetizar la vitamina D3, esencial para la absorción de calcio, a su vez, la radiación UVA es vital para el bienestar emocional del animal, ayudando a una mejor alimentación, así como incrementando su actividad social y reproductiva.

Esto nos lleva al siguiente punto, el cual es equilibrar de manera apropiada todos estos elementos en su nuevo hábitat, para conseguirlo, es importante saber de cuanto dinero se dispone, ya que es lo que decidirá la cantidad de recursos que adquirirá. Existen varias opciones, entre las cuales están utilizar una bombilla incandescente o las halógenas, a la par de tubos fluorescentes especiales para abarcar todas las necesidades del reptil, o si se dispone de un mayor presupuesto, comprar una lámpara de vapor de mercurio, la cual viene integrada con las funciones de emitir calor y radiación ultravioleta a la vez.

Antes de colocarlas, se debe tener en cuenta las necesidades del animal y el tamaño del terrario. Una lámpara de vapor de mercurio no será la mejor opción si se tiene un terrario pequeño, poco ventilado. Principalmente porque estas lámparas emiten mucho calor, lo que podría acabar convirtiéndose en un problema si no se tiene el espacio adecuado.

Iluminación y temperatura del terrario en horas nocturnas

Durante la noche la iluminación del terrario debe variar, con el fin de respetar los ciclos naturales de luz. Por lo que es recomendable utilizar lámparas oscuras o lámparas de cerámica y regular la temperatura dentro del terrario utilizando un cable calefactor para reptiles. Tomando en consideración la temperatura externa y la época del año, ya que pueden afectar de manera considerable el interior del recinto.

Se debe evitar en la medida de lo posible el colocar las bombillas o lámparas al alcance del reptil, siendo lo más recomendado el ponerlas en la parte alta del terrario, simulando al sol, lo que también ayudará a crear el “efecto” de gradiente térmico.

Imagen cortesía de ( serbal-almeria.com), todos los derechos reservados.

 

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