Un gato cuenta con la importancia de una correcta socialización, más cuando cuenta con una edad de entre 2 y 12 semanas. Ya que, es la época en que mayor aprenden una gran cantidad de interacciones habituales con demás gatos y seres humanos.

A su vez, la misma tiene que ser muy intensa cuando se sitúa entre las 2 y 7 semanas, es muy imprescindible tomarlo en cuenta. De lo contrario, especialistas afirman que los felinos sin socialización correcta en esas semanas, tienden a reaccionar violentamente ante el contacto humano.

Cabe subrayar que las acciones agresivas se incrementan notablemente cuando se les reprimen, encierran o corrigen indebidamente. Para poder darle pelea a ello, se puede apalear con una nutrición intrauterina, la cual si no se respeta puede repercutir negativamente con el paso del tiempo.

Vale aclarar que los gatos, a rasgos generales, cargan con la fama de ser difíciles de no ser para nada dóciles, por lo que muchos no los escogen como compañeros del hogar. Pero, por eso mismo, uno tiene que entender que cada gato es muy particular y no tienen que ser generalizados por las conductas agresivas que presentan específicamente.

Dicho sea de paso, que estos aparezcan, hay que entender muy bien las ocasiones que se les proceden y atienden, con el hecho de suprimir por completo sus diversos comportamientos.

Resulta bastante imprescindible que no se les neutralicen las agresiones de una manera poco habitual. El humano no tiene que tomarlo tampoco como si fuera común y corriente, más bien se tiene que focalizar ello dentro de un marco con posibles causantes.

Por otro lado, vale recalcar que cuando un gato reacciona desfavorablemente, tras una mano que le genera una caricia suave. Su consecuencia podría destinarse a que resulta probable que se le haya separado de su progenitora de manera temprana, una clara marca sobre su desarrollo y socialización negativas.

De encontrar esas actitudes en tu felino, deberás comprender cómo poder suavizarlo de manera amena. Resulta muy recomendable que impidas jugar con él con corridas y demás, ya que puede creer que les estás intentando imponer una emboscada.

La manera indicada que refieren especialistas en el tema es juguetear con un objeto, siempre exteriorizando, como una pelota, algo de plástico, la movilidad de un plumero o algo parecido. Siempre los juegos que se impliquen tienen que simular, en buena parte, cacerías que lo pondrán algo tranquilo y desestrezado.

Es más, si llegas a observar movimientos como de ataque, con las orejas posicionadas hacia detrás y sus ojos algo entrecerrados, tendrás algo de obligación en enseñarle dichos instrumentos que le van a llamar gratamente la atención.

Ya que, es muy básico el motivo de que intente atacar si se siente amenazado. Por ende, se tiene que intentar agárralo para transmitirle tranquilidad, a medida que se le mire fijamente. Debes ceder a protegerlo y transmitirle toda la tranquilidad posible.

Añadir un comentario

* He leído y acepto la política de privacidad.